Pastor, Raudel Hernández
Estamos de regreso a nuestra serie estudiando el libro de 1ra de Samuel, donde vemos que la humanidad (nosotros) tendemos a buscar paz y seguridad en todo menos en el Dios que nos hizo. Este es un patrón agotante en nuestras vidas que termina cuando rendimos nuestra vida al Príncipe de Paz: Jesus.
Solo en Él hay un descanso inigualable para nuestras almas intranquilas. En esta serie titulada del Rey de David estamos estudiando cómo Dios usó a un hombre común y corriente para llevar a cabo sus planes. Pero antes de ser usado, David fue probado y despreciado. El desprecio de su familia no nubló su corazón para no amarlos, porque la mejor manera de combatir el desprecio fue conociéndo y creyendo el APRECIO que más importa, del de Dios.
Nuestro buen Dios está en Control, y así como estuvo con David en la espera, así mismo estará con nosotros. Aferrémonos a esto en el día duro: Hay más seguridad y placer en un valle con Dios que en lo que este mundo llama “la cima”.
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